San Nicolás, la gran joya

La capilla sixtina valenciana

San Nicolás, también llamada la Capilla sixtina valenciana”, por sus 1.904 metros cuadrados de frescos, es la gran joya por descubrir.

Esta iglesia está ubicada en la calle Caballeros, antiguo Decumano, de la ciudad de València. Aquí se encontraba el cementerio romano que solía estar extramuros y al lado de una calle importante. Luego fue mezquita y tras la conquista de Jaume I acogió a los dominicos durante un tiempo antes de pasar a la organización eclesiástica diocesana.

El edificio fue ampliado en el siglo XV siendo papa Alfonso de Borja, párroco de la Iglesia. En ese momento se le da aspecto gótico como muestra su bóveda de crucería y arcos apuntados. Al adaptarlo al gusto barroco tuvieron que recurrir al ingenio de Juan Pérez Castiel. Estas adaptaciones pasaban por crear nuevas bóvedas que cubriesen los arcos apuntados pero este edificio hubiese quedado muy bajo y oscuro por eso se rellenaron los arcos y ángulos pero sin construir una bóveda nueva.

Juan Pérez Castiel añadió decoración vegetal y enredaderas acercando la naturaleza al edificio. Otro elemento decorativo son los angelitos, hechos uno a uno, sin molde, muestra de su gran destreza.

Antonio Palomino es invitado a València por el canónigo Victoria y es en este momento cuando desarrolla su actividad en la ciudad. Podemos ver su obra en la Basílica de La Virgen de los Desamparados o en la iglesia de los Santos Juanes y por supuesto en San Nicolás. Aquí realizó bocetos que su alumno y valenciano Dionís Vidal llevará a cabo en 1700.

En estos frescos podemos ver la historia de San Nicolás y San Pedro Mártir, los santos de la Iglesia.

San Nicolás destacó por su carácter piadoso, generoso y por su férrea protección de los débiles. Fue el primer santo no mártir al que profesaban gran devoción tanto en Oriente como en Occidente. Se pide su intercesión en asuntos de economía familiar, en temas familiares y como protector de la infancia. 

San Pedro Mártir o Pedro de Verona a pesar de pertenecer a una familia cátara fue un férreo defensor de la fe católica, hasta el punto de ser asesinado por ello. Fue rápidamente canonizado por el Papa Inocencio IV.

En los frescos podemos ver seis pasajes de la vida de ambos santos a modo de resumen.

Lunetos de San Nicolás

Luneto de San Nicolás.
  • Este pasaje explica la importancia de la piedad y la limosna. San Nicolás no tiene dinero para ofrecer a la señora que está pidiendo, pero es piadoso con ella.
  • En este caso un padre arruinado ha de prostituir a sus hijas para poder sobrevivir pero antes de eso San Nicolás les arroja tres bolsas de oro para evitar que las muchachas tengan que pasar por ese trance. Por eso se representa a San Nicolás con tres bolas o bolsas de oro. Además de ser un claro ejemplo del dicho de al hacer limosna que tu mano izquierda no sepa lo que ha hecho tu mano derecha, de aquí surge la leyenda de Santa Claus, que trae regalos dejándolos sin ser visto, por la noche.
  • San Nicolás devuelve a la vida a un niño muerto en un incendio.
  • Este luneto cuenta la historia de San Nicolás que yendo al Concilio de Nicea se hospedó en un mesón y tras servirle la comida pidió ver de dónde salía la carne al tener sospechas. El tabernero le mostró un tonel y confirmó lo que San Nicolás pensaba, que era carne humana. Oró y resucitó a los tres muchachos que estaban en el tonel. El ventero suplicó piedad y fue exhortado a penitencia por su maldad.
  • Aquí vemos como San Nicolás en el Concilio de Nicea se enfrenta a Arrio por no reconocer la divinidad de Cristo y reprocha al emperador Constantino sus ambigüedades.
  • San Nicolás yace muerto y se dice que de su sepultura manó agua y aceite que curaba a todos aquellos que se acercaban implorando su piedad póstuma.

Lunetos de San Pedro Mártir

  • En este caso San Pedro niño recita a su tío cátaro “el símbolo de la Fe” dejándole sin palabras.
  • San Pedro recibe el hábito de dominico por Santo Domingo de Guzmán en el Convento de San Nicolás, Bolonia.
  • San Pedro introduce su dedo en la boca de un niño y le devuelve el habla.
  • En una predicación retan a San Pedro a obrar un milagro y en un día despajado tras bendecir el cielo apareció una nube que cubrió la plaza.
  • Durante uno de sus viajes asaltaron a San Pedro fue golpeado y acuchillado como él mismo había profetizado y fue mártir pues derramó su sangre en defensa de la fe católica.
  • San Pedro ya fallecido rodeado de tullidos, ciegos y leprosos y portando un cáliz como San Nicolás, símbolo del sacerdocio católico.

En el altar mayor podemos ver a ambos santos rodeados de los doctores de lglesia, como culmen a unas vidas ímprobas y ejemplares.

Es también digno de visitar las capillas laterales internas dada su riqueza y belleza, además de la capilla exterior de la Iglesia dedicada al Cristo del Fossar.

Este es un breve recorrido por la capilla sixtina valenciana. Es imposible resumir en un post la belleza y grandiosidad de los imponentes frescos de esta iglesia, una auténtica joya por descubrir.

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