Vilafamés, entre el mediterráneo y la montaña

Uno de los pueblos más bonitos de España

Dosenelcamino.blog inicia con este post una serie de entradas sobre nuestras visitas a los pueblos más bonitos de España. Como en el resto del blog, no se trata de una mera enumeración de lugares o establecimientos sino de sensaciones y reflexiones sobre lo que hemos visto y vivido.

Y para comenzar, hemos elegido el pueblo de Vilafamés. Una pequeña localidad castellonense de apenas 1.800 habitantes de calles angostas y zigzagueantes que nos revelan su pasado musulmán. Un remanso de paz, idóneo para una escapada de fin de semana, que se encuentra a tan solo hora y media de València por la AP-7 y la CV-10.

Muy próximo a Castelló (25 kilómetros), Vilafamés, que fue declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 2005, esconde encantos únicos, como los restos arqueológicos de una antigüedad de 80.000 años y pinturas de la Edad de Bronce, su castillo de origen musulmán, sus iglesias y ermitas, y El Quartijo o El Palacio del Batle.

Un punto de encuentro para artistas que han tenido en este municipio el mejor lugar donde manifestar sus creaciones. Y es el citado Palacio del Batle una ejemplar muestra de esta peculiaridad al albergar entre sus muros el Museo de Arte Contemporáneo. Pero, sin duda, son dos los elementos que más destacan para el visitante: la Roca Grossa y el castillo de origen musulmán.

Son dos lugares de visita obligada. Con la primera es difícil no toparse. Se trata de una mole de 2.332 toneladas y 832 metros cúbicos a los pies de la iglesia parroquial. Resulta chocante esta impresionante roca para cualquiera que pasee por las calles de Vilafamés. El cartel informativo nos detalla su antigüedad: unos 222 millones de años. Pero, sin duda, es su leyenda lo que más atrae al viajero ávido de historias y experiencias. Dicen que hay que tocarla y pedir tres deseos para que, al menos, uno se cumpla. Es por ello lógico que se convierta en el centro de atención de todos los que por aquí pasan.

Vilafamés es un lugar donde perderse entre sus empinadas calles y trasladarse, por un instante, a su pasado medieval

Pero Vilafamés es mucho más que su Roca. Sin duda. Es un lugar donde perderse entre sus empinadas calles y trasladarse, por un instante, a su pasado medieval. Primero, musulmán, y luego, tras la conquista de Jaume I, a la orden de Montesa, de la que el castillo es su gran estandarte. Una fortaleza en buen estado que el visitante de estos lares no debe perderse.

Dosenelcamino.blog recorrió estas calles a primeros de diciembre cuando el viento gélido se hacía notar. El cocido y los buenos vinos de la comarca fueron nuestro mejor aliado para paliar el frío propio del mes.

Coincidió nuestra visita con una feria que en la plaza del pueblo congregó a decenas de lugareños y visitantes como nosotros que disfrutaron de la hospitalidad de los vecinos. Porque si Vilafamés merece la pena visitar por su belleza arquitectónica, no es lo menos por sus gentes.

Hizo la casualidad que, además, una concentración motera solo de mujeres hiciera parada en el pueblo, llenando sus calles y bares de un sonoro ajetreo que alegró a propios y extraños.

Es una muestra de cómo tradición y modernidad se dan la mano sin menoscabo de ninguna de las dos

Es Vilafamés una muestra de cómo tradición y modernidad pueden darse la mano sin menoscabo de ninguna de las dos. Así, durante nuestro recorrido por el núcleo urbano pudimos comprobar cómo el antiguo lavadero se había reconvertido en un punto turístico de primer orden al que acuden los cientos de turistas que cada año recibe el pueblo.

Dosenelcamino.blog, amante del senderismo, aprovechó la visita a este recóndito lugar de la comarca de la Plana Alta para hacer una salida a los alrededores del pueblo donde pudo disfrutar de unas vistas magníficas de la zona. Nuestro afán aventurero nos lanzó a la búsqueda de las pinturas rupestres que se esconden en sus escarpados montes. Una completa y clara cartelería facilita el paseo. Toda una aventura muy recomendable.

CÓMO LLEGAR:

  • Desde València, a través de la AP7 en dirección a Castelló. Antes de llegar a la capital de la Plana se accede a la CV-10 en dirección a La Pobla Tornesa para desviarnos en la salida 33 hacia la Valld’Alba, Vilafranca y Vilafamés. En total, cerca de una hora y media.
  • Desde Castelló, se tarda unos 20 minutos por la CV-159 y la CV-162.

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